“Sentimientos, sensaciones, instantes…eso es el Claro de Luna, un lugar en el que todo, absolutamente todo, es posible.”

miércoles, 1 de julio de 2009

¿El fin de la imaginación?

Hoy. Hoy es el día elegido. Cualquiera estaría contento, pero yo no sé si lo estoy. Lo cierto es que en el fondo me preocupa, no lo puedo evitar. Pero al contrario de lo que muchos puedan pensar, no me preocupa que algo salga mal, la posibilidad para eso es bastante inexistente; digamos que me da más miedo el cómo pueda repercutir en mí.

Hoy el día ha comenzado como todos durante estos veinte años: borroso. Y acabará como nunca antes lo había hecho: totalmente nítido. Y es que hoy dejo de ser topo (diría “dejo de ser miope” si fuesen pocas dioptrías, pero creo que el concepto topo lo deja más claro).

Me da miedo que ahora que mi percepción va a ser diferente, eso haga que también cambien mis puntos de vista.

Siempre he tenido claro que lo que veo no es lo más importante. La gente suele ver la realidad como algo perfecto, importante, inalterable y único. Pero yo he tenido la oportunidad de aprender que no es así porque la percibo como algo defectuoso, lo que la convierte en poco importante y por supuesto, nada singular, ya que vuestra forma de percibirla y la mía son completamente diferentes. Pero si ahora mi realidad se va a igualar a la vuestra en nitidez…¿cambiarán mi prioridades? ¿Acabaré dándole más importancia a lo que veo que a todo lo demás?

Siempre he percibido la realidad borrosa y eso me ha dado muchísima facilidad para dejar que mi mente vuele a cualquier parte. ¿Y si ahora que la realidad va a ser más nítida y contundente que nunca, mi capacidad de imaginación desaparece? ¿Y se dejo de ser capaz de dar forma a miles de pensamientos irreales que fluctúan por mi cabeza a cada segundo? ¿Y si mi mente se queda atrapada de por vida en la realidad y no puede volver a hacer esas escapadas que tanta falta me hacen?

Creo que en el fondo todo se reduce a eso: tengo miedo de que la realidad se convierta en mi eterna cárcel.