“Sentimientos, sensaciones, instantes…eso es el Claro de Luna, un lugar en el que todo, absolutamente todo, es posible.”

sábado, 27 de septiembre de 2008

Otoño


Supongo que cada año siempre hay una época que nos hace reflexionar más y zambullirnos en nuestros propios recuerdos. Al parecer la llegada del otoño es un momento más que perfecto para ese fin, así pues de mi propia inmersión pude rescatar esto, escrito hace poco más de un año.



Un año más el otoño llega con sus humildes marejadas
para empezar a deleitarnos una vez más con su canción.
Se le unen mil vientos y lluvias
para entonar flamantes melodías que sólo escucharán lo sabios

Un año más un hombre se sienta en el columpio del parque
donde hacía unas horas reían niños.
Mira al cielo de frente porque ya no le tiene miedo.

Y el otoño descarga toda su belleza
con gotas de lluvia cristalina
que mojan suelos, hojas y nuestras vidas.

Su alma quebrada en dos, uno lo que ha sido siempre,
y otro lo que nunca volverá a ser.
La lluvia cae sobre él,
llevándose consigo todo lo que ya fue
y empapa el suelo de recuerdos
que ni el otoño le hará olvidar.

Pero poco le importa porque
todo tiene principio y final;
ahora busca algo nuevo que consiga hacerle vibrar.

Ya no le queda nada que hacer en ese lugar.
Todo terminó y ahora debe volver a empezar.
Se levanta para iniciar de cero una vida ya comenzada.

Y el otoño descarga toda su belleza
con gotas de lluvia cristalina
que mojan suelos, hojas y nuestras vidas.