“Sentimientos, sensaciones, instantes…eso es el Claro de Luna, un lugar en el que todo, absolutamente todo, es posible.”

jueves, 14 de mayo de 2009

Carta a un efímero amor eterno

Querido fugaz amor eterno,

Si estás leyendo esto significa que ya apareciste en mi vida. Puede incluso que ya te fueras y que Saturno decidiese diluir tus recuerdos en el café de la mañana.

Confieso que siento curiosidad por conocer tu rostro y ansío delinear cada facción con la yema de los dedos. A cada segundo cierro mis ojos y veo los tuyos, brillantes, alegres. No hago más que soñar que me pierdo en ellos, a veces creo bucear en la inmensidad del océano Pacífico, pero de repente el agua cambia a un frondoso bosque, sólo por si la naturaleza fuese tan caprichosa de darte ojos verdes; incluso hay momentos en los que toco esos árboles y éstos se desmenuzan en granos de arena, hasta convertirse en dunas de cobre.

No necesito saber la forma o color de tus ojos para estar segura de que cada vez que los mire, me proporcionarán toda la calma que necesito. Llegaré a un equilibrio que apenas se puede soñar siquiera, sólo al observarte, sólo al ver que tus ojos me dedican la mayor de las sonrisas sin ninguna necesidad de curvar los labios.

Y tu voz, la oigo dormida, despierta, tanto si es muy grave como si no. Es un dulce canto de sirena llamándome desde algún lugar en el Tiempo, decidido a encandilar todos mis sentidos hasta que naufrago en tus labios de ficción.

Cualquiera pensará que no te conozco, que cómo puedo amar a alguien a quien nunca he visto, oído o tocado; pero todos ellos se equivocan. Te he tenido y te tengo siempre presente, cada día, porque el aire te ha traído atravesando el Tiempo y la distancia, permitiéndome que respire tu alma, tu esencia, tu calidez y seas parte de mí. Y ahora que tu presencia se ha incrustado en todo mi ser, mi corazón late al escuchar tus susurros y con cada palpitación puede acariciarte, sintiendo casi tanto como si realmente estuviese rozando tu piel.

Tengo tantas ganas de que por fin te traslades desde mi futuro a mi presente, de prendarme de tus ojos y escribir nuestra historia juntos utilizando las caricias como pluma y los besos como tinta. Deseo que llegue el momento en que pasemos las horas conversando sin necesidad de decir palabra alguna y terminar la noche envuelta en ti

En ese fugaz instante en el que cruces la puerta de mi vida, no llames, no hará falta, porque será una fracción de segundo en la que mis ojos se cruzarán con los tuyos y mi alma quedará atrapada, acomodada entre tus brazos de sentimientos que le dan la bienvenida.

Llegarás a tener mil rostros, mil nombres, existen tantas y tantas combinaciones posibles, pero sólo tú serás quien consiga hacerme vibrar de emoción mientras dure nuestra efímera eternidad.

4 comentarios:

MAG dijo...

WOW, te deseo que llegue...tal como lo descubres...
un Amor INMENSO

maria varu dijo...

Qué hermosa forma de soñar. Cuando la mente, el pensamiento y la imaginación vuela con nuestros deseos y esperanzas, parece que el mundo se pone a nuestro favor. Y es que el soñar viste nuestra vida, y con ella el deseo de vivir, que da sentido y valor a cada uno de nuestros días.
Ojalá se cumplan todos tus sueños, querida Clair.
Un abrazo.

María

Alexandre Moreno dijo...

Es verdad, cuantos nombres ha tenido para mi ella, cuantos rostros, cuantos colores de pelo?

Cada día cambia, cada noche cambia de forma (es lo bueno de no amar a alguien en concreto aunque el problema también).

Espero que tu futuro llegue, y el mío también.

Un abrazo muy muy grande.

Àlex.

maida dijo...

vuela mi imaginacion que hermosoo es soñar espero que mi amor eterno llegue algun dia lo sigo esperando con ansias como el a mi lo se. para amarnos toda la eternidad. saludos