“Sentimientos, sensaciones, instantes…eso es el Claro de Luna, un lugar en el que todo, absolutamente todo, es posible.”

domingo, 23 de diciembre de 2007

Despedida sobre la arena

Disculpad la tardanza, les había dado a mis musas unos días libres para que celebrasen las fiestas y al parecer con tanto champagne se les olvidó el camino de regreso a mi cabeza.



Hoy estoy aquí de nuevo en esta playa en la que siempre veníamos juntos. Hacía tanto que no pasaba por aquí que ya hasta se me había olvidado la belleza de este lugar, aunque por suerte la suavidad de la arena, el olor a sal que se cuela por las fosas nasales y el sonido de las olas que rompen en las rocas de allá a lo lejos me han recibido con los brazos abiertos una vez más, no se habían olvidado de mí. El leve viento que siempre guardaba el secreto de nuestras escapadas ha sido quien me ha saludado justo después. Se ha extrañado de verme aquí, aunque creo que se ha sorprendido más de que haya venido sin ti, aún así no ha preguntado nada, ya sabes cómo es, siempre igual de discreto.

Entonces miles de recuerdos han comenzado a salir del mar queriendo darme la bienvenida, venían tan alegres a saludarme…y sin embargo yo ahí de pie, sin poder ocultar mi tristeza…se han dado cuenta y han pasado de largo, aunque al llevar tal velocidad he caído al suelo cuando han rozado mi espalda. Mis manos se han hundido en la arena; al sacarlas he visto que habían dejado huella en ella, pero que poco a poco los pequeños hoyos que acababa de hacer desaparecían al ser rellenados por el resto del terreno. Es entonces cuando mis palmas han alisado los montículos que hay delante de mí y sin saber realmente por qué, mis dedos han comenzado a dibujar lo que parecían letras, hasta llegar a formar las líneas que ves ahora.

Creo que esto es una despedida, o al menos se le parece mucho. He venido aquí para echar al mar el resto de recuerdos, de imágenes, de sensaciones y que el viento se lleve mis sentimientos de la forma menos dolorosa que pueda. ¿Pero por qué escribir sobre arena? Porque me da miedo que esto permanezca aquí por siempre y arrepentirme de haber escrito estas frases. Mientras venía me he dado cuenta de que algunas de mis huellas se iban borrando lentamente, pero otras permanecían ahí, testigos del camino que he recorrido.

No sé lo que pasará con estas líneas. Puede que el mar se compadezca de mí y mande a sus olas para borrar este mensaje y así, si alguna vez vuelves a esta playa, no puedas ver que hoy me quiero despedir de ti, pero que me cuesta tanto hacerlo. Quizá en ese preciso instante en el que te encuentres aquí plantado con la mirada perdida eches de menos los momentos que vivimos y decidas llamarme, aunque sólo sea para preguntar “¿Cómo estás? Hacía mucho que no hablábamos, echaba de menos oír tu voz”. Aunque también es posible que estas aguas se den cuenta de mi malestar, de todas las lágrimas que terminan disolviendo aún más la sal que contienen y crean necesario que este mensaje perdure, por mucho que vaya a doler no verte más.

Pero sé que al final soy yo quien decide, por mucho que las olas y el viento opinen y quieran ayudarme, por mucho que crean saber qué es lo mejor para mí, al final soy yo quien deja este mensaje y quien puede volver a escribirlo aunque se haya borrado, da igual que las palabras vayan a ser diferentes, de mil formas se puede decir adiós. Claro que también es posible que en cuanto haya dado un par de pasos para alejarme de aquí vuelva corriendo y patee la arena haciendo que todo cuanto he escrito desaparezca en un instante. Todo puede ser, pero por de pronto tengo el suficiente valor como para exponer esto, un torbellino de ideas, un millón de sentimientos y sensaciones, pero una única palabra, un simple y sincero adiós.

1 comentario:

maria varu dijo...

Hermosa despedida.
Así deberíamos todos comenzar un nuevo camino, el camino de la libertad, libertad para caminar, para respirar, para pensar… sin ataduras, sin rencores, sin temores, ni miedos. La vida nos tiene reservado para cada uno un campo abierto de ilusiones, de inesperadas vivencias, de nuevos y sorpresivos días… es el mundo que se abre ante aquellos que desean vivirlo.

La predisposición, la apertura, la voluntad, el optimismo, el empuje nos resultan costosos en las situaciones posteriores a las despedidas, pero es el adiós al ayer y la bienvenido al ahora… hay que colaborar.

Besos Clair.