“Sentimientos, sensaciones, instantes…eso es el Claro de Luna, un lugar en el que todo, absolutamente todo, es posible.”

martes, 19 de febrero de 2008

A quien abandone a mitad de camino

Recordé que hoy hace un año que volví a escribir, ese es justo el texto que aparece debajo y que creo necesario compartir hoy con los demás. A veces creo que debería hacerle caso a mis propias palabras, quién sabe, dudo que algún día lo consiga. Supongo que encontraréis el estilo bastante diferente a lo que estáis acostumbrados en este blog, no sé, al parecer he evolucionado quizá para bien o quizá no.


A la persona que abandone a mitad de camino la llamaré cobarde. A quien se crea sin fuerzas a un paso de la meta sólo recibirá una palabra de mi parte: ¡Levántate! Porque cuando no vemos la salida todos acabamos pensando que las fuerzas nos han abandonado, que nos han dejado solos, cuando en realidad, es nuestra mente la que abandona a esas fuerzas por creer que no hay escapatoria. Por eso mientras estés perdido dentro de ti mismo sin saber a dónde ir lo único que tendrás que hacer será cerrar los ojos para poder contemplar el mundo más claramente y así poder darte cuenta de que siempre que quede un aliento de vida en ti, la esperanza no huirá de tu corazón ni de tu alma. Y aunque no puedas ver todo eso, sentirás la energía fluyendo por tus venas y apoderándose de tus sentidos, hasta que llegue a un punto en el que no tengas dudas de querer seguir adelante por muchos obstáculos que encuentres en el camino.

Así pues, informo al mundo de que cogeré mi alma impregnada con el aroma de la esperanza y la partiré, elaborando con cada fragmento pequeñas semillas que sembraré en el corazón de cada persona para que en sus almas florezca el rayo de luz que creían haber perdido, luz que brotará como esperanza y que finalmente desembocará en felicidad. Porque no importa cuanto trates de esconderte de la vida, la vida, junto con su felicidad, siempre acabará encontrándote.

1 comentario:

maria varu dijo...

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Es un texto valiente de alguien capaz de levantarse en la caída. Nadie es un héroe, ni nadie es totalmente cobarde, somos limitados e imperfectos pero también podemos ser grandes y especiales. Somos como somos y así debemos aceptarnos.
Recibo de ti una de esas semillas que planto en un rincón del alma.

Besos Clair

María
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