“Sentimientos, sensaciones, instantes…eso es el Claro de Luna, un lugar en el que todo, absolutamente todo, es posible.”

martes, 25 de marzo de 2008

Llantos de Vela

Confieso que este texto es realmente raro...
Esta noche la Luna se vuelve de barro, sola, frágil y olvidada, llora sardinas de latón que se disuelven en la fuente ya seca que un día fue anfitriona de tan dulces ríos de vino tinto, pero que hoy no conserva ni una fugaz chispa etílica.

Desde la ventana, un búho encadenado me vigila y me reprocha, picotea mis palabras envueltas en un susurro como si fuesen margaritas que deshoja a su paso. Dice que no las despelleja deprisa por temor a que me rompa, después funde las bombillas para que la oscuridad me alumbre y al final me acaba matando tan despacio.

Pintaste las paredes de mentiras y para ocultarlas quisiste empapelarlas con periódico y mortajas, pero el Tiempo a llorado demasiado y ahora se manchan de tinta china, empapándolas de secretos olvidados como fragmentos de cuchillas que se clavan bajo las uñas. Los espejos de la habitación reflejan lo invisible para que el eco de los nocturnos escorpiones de plata haga su aparición entre ambos porque las paredes que un día pintaste de gris ahora el hielo las tiñe de negro.

Los gritos del silencio devoran la noche advirtiéndome que estas ásperas caricias sólo significan que estoy en una ilusión tatuada en el aire por el cálido humo de esa vela encendida que llora lágrimas de cera al darse cuenta que se consume por intentar avivar un fuego que nunca llegará a encender tu corazón.

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